Días de mucha oración y fe se vivieron en el Santuario de Lo Vásquez. Jóvenes, adultos, familias, mamás con sus pequeños hijos que deseaban presentárselos a nuestra Madre han estado en el Santuario de Lo Vásquez para agradecerle o pedirle por su intercesión.
Mucha fe en cada uno de los peregrinos, quienes con mucho cariño y devoción se acercaban por la nave central hasta llegar con sus oraciones a nuestra madre; mientras religiosas, sacerdotes, diáconos permanentes y seminaristas los oían y recibían sus flores, velas y presentaban a los más pequeños a María Santísima.
Mons. Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso celebró la Misa de mediodía en el Campus Eucarístico. En su homilía reflexionó sobre qué podemos aprender de la espiritualidad y mística popular de los peregrinos. “Ellos viven una fe que se expresa en la capacidad de hacer sacrificios por los demás. Cuando observamos con inmenso respeto las expresiones de piedad de los peregrinos, vemos que la causa que los motiva a sacrificarse proviene de un profundo amor a un familiar o amigo muy querido por el que está dispuesto a entregarle todo lo que necesite para superar su enfermedad o grave problema. Nuestra Madre, la Virgen María nos hace escuchar en el corazón del peregrino a Jesús que nos dice que: ‘No hay amor más grande que dar la vida por los demás’”.
Antes de la Misa de mediodía, Mons. Pedro Ossandón recibió a los medios de comunicación y les compartió que desde que supo que iba a participar de la Fiesta de la Inmaculada Concepción se ha hecho la siguiente pregunta ¿Qué nos enseña la fe de los peregrinos? “Es increíble lo que uno aprende, todo el país debiera agradecerles a los peregrinos, uno aprende que hay que dejarse querer por Dios, por la Virgen, aprendamos que quieren dar gracias por lo bueno, pero también por lo malo. Nosotros aprendemos de ellos, miren toda la cantidad de personas humildes que quieren pedir perdón, no descalificar a otro, sino que pedir perdón por sus propias responsabilidades. Otra cosa muy hermosa que nos dicen los peregrinos es que es posible la unidad del país, es posible la fraternidad entre los chilenos, ellos caminan, se apoyan, son solidarios. Eso es un ejemplo para Chile”.
También se refirió a la fe en medio de la crisis que vivimos en la Iglesia. “A nosotros como sacerdotes, a mí como Obispo, nos toca descubrir de nuevo y asombrarnos de la sabiduría por la profunda fe de los peregrinos. Fíjense que los peregrinos vienen aquí a recibir el amor de Dios y el amor de Dios se entrega a través del amor de madre. Qué amor más grande y más santo que el de una madre y la madre de Cristo. Y tienen la sabiduría, y eso también hay que aprender, de querer a la Iglesia, ¿Por qué? Porque necesitan de los sacerdotes, que les sirvamos celebrando la Eucaristía, ustedes ven, necesitan de los sacerdotes para confesarse. Son sabios, saben que si alguno de nosotros cometemos errores, ellos saben que podemos perfectamente pedir perdón, renovar nuestra fe, ser servidores de la verdad, de la justicia y de la paz. Yo apelaría a la sabiduría de los peregrinos que nos vuelven a renovar en el amor a Dios y por el amor a la Virgen María, el amor a la Iglesia, que se renueva con esa fe”.
En tanto, el Padre Andrés Valenzuela, Rector del Santuario de La Purísima de Lo Vásquez al ser consultado sobre el desarrollo de la Festividad señaló que “hay un balance positivo, junto con todas las organizaciones que están colaborando, todas las instancias civiles. Estamos muy contentos por todo lo que se ha desplegado y también por cómo ha llegado la gente al Santuario que hemos visto desde ayer y en días anteriores”
A las 17:00 horas se realizó la tradicional procesión de la Virgen de Lo Vásquez desde el centro del Templo hasta el Calvario, la que fue presidida por Mons. Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso y acompañada por la Banda Instrumental de Carabineros. En ella participaron numerosos fieles quienes emocionados saludaron a la Virgen con pañuelos blancos cuando pasaba junto a ellos. También la acompañaron religiosas, seminaristas y sacerdotes. Mons. Ossandón al llegar al sector del calvario realizó un momento de reflexión y oración personal.
Fuente:. www.iglesia.cl