Reflexiones para esta Navidad

Lunes 24 de Diciembre, 2012

Hoy es la Bendita noche que nos trajo el día. La Virgen esta a punto de dar a luz al Salvador, a un pequeño niño, tierno, amoroso e inocente.

Nuestro corazón está lleno de esperanza y por eso también lleno de profundos sentimientos. ¿Qué estamos esperando? Abundantes gracias ¿Qué gracias? Son las mismas palabras que hoy día resuenan en todos los corazones de las Camareras.

¿Acaso estamos preparadas para Él? Esperamos el milagro de la transformación de nuestra alma. Cuando en nuestra vida irrumpe algo grande, entonces el corazón responde por medio de un profundo anhelo, de una profunda esperanza. Y cuando se trata de un milagro, no solamente de algo grande y profundo, sino de un milagro, entonces reina el silencio, un profundo silencio en nuestros sentimientos.

Y el silencio de la noche que nos rodea profundiza certeramente esta esperanza. El pequeño niño llega en medio de la presencia de una mujer, no cualquier mujer, sino aquella que Dios ha pensado desde toda la eternidad, para que en esta noche, de a luz a nuestra esperanza. Junto a ella, un hombre, que contempla en silencio y con amor al pequeño niño, lo toma en sus brazos y lo llena de caricias. Todos forman un nuevo hogar, una nueva familia.

Que en ésta noche, nuestros corazones sean un pequeño y pobre Belén, que reciba y contemple el milagro de Navidad, donde llegue esta Sagrada Familia a darnos ejemplo y llenarnos de amor.

Por Belén Larenas Fuente.
Estudiante de Pedagogía General Básica.
Pontificia Universidad Católica de Chile