“El Espíritu Santo es nuestro amigo compañero de camino y nos dice dónde está Jesús”. Así lo ha explicado el Santo Padre con ocasión de la proximidad de la fiesta de Pentecostés, subrayando también la importancia del examen de conciencia en la vida de todo cristiano.
El Sumo Pontífice ha hablado sobre el Espíritu Santo señalando que es “justamente Dios, la Persona de Dios, que da testimonio de Jesucristo en nosotros”. Ha indicado también la protección del Espíritu Santo que “Jesús llama Paráclito”, “o sea aquello que nos defiende”, que ”siempre está a nuestro lado para sostenernos”.
El Papa Francisco ha recordado que no se puede entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo: "no sería cristiana. Sería una vida religiosa, pagana, piadosa, que cree en Dios, pero sin la vitalidad que Jesús quiere para sus discípulos. Y aquello que da la vitalidad es el Espíritu Santo, presente”. Y ha añadido que el Espíritu “da testimonio “de Jesús para que nosotros podamos darlo a los demás.”
Así también, recalcó que el Espíritu Santo nos abre el corazón para conocer a Jesús. Sin Él no podemos conocer a Jesús .Nos prepara al encuentro con Jesús .Nos hace ir por el camino de Jesús. El Espíritu Santo actúa en nosotros durante todo el día ,durante toda nuestra vida, como testimonio que nos dice dónde está Jesús.
El Papa quiso pedir “ la gracia de acostumbrarnos a la presencia de este compañero de camino, el Espíritu Santo, de este testimonio de Jesús que nos dice donde está Jesús, que cosa nos dice Jesús. Tenerle cierta familiaridad: es un amigo. "Y recordando las palabras de Jesús ‘No, no te dejo solo, te dejo a Éste’, ha proseguido Jesús nos lo deja como amigo”.
Para finalizar su mensaje ha invitado a “que antes que termine la jornada tengamos la costumbre de preguntarnos: ¿Qué cosa ha obrado el Espíritu Santo en mí hoy? ¿Qué testimonio me ha dado? ¿Cómo me ha hablado? ¿Qué me ha sugerido?". Ya que el Espíritu Santo es “presencia divina que nos ayuda a ir adelante en nuestra vida de cristianos. Pidamos hoy esta gracia, y esto hará que, como lo hemos hecho en la oración, en cada momento tengamos presente la fecundidad de la Pascua”.